DECIMAS PARA
LA MUERTE DE UN AMIGO
“Cuando al
revolear el zueco
El Loco se
fue a la tumba
Pasó por unas
macumbas
Pa que le
hicieran un hueco.
Encuentra los
negros ¡secos!
Causa recelo,
y recela;
No estudió
para esa escuela
Eso también
es muy cierto...
Nadie estudia
pa estar muerto
Pero nos
prenden la vela.
Aunque “Dios”
tal vez no exista
Decimos que
“DIOS NOS LLAMA”
Al sentirnos
ya en la cama
Los próximos
de la lista.
Ahí no vale
ser artista
O tener de
sobra abrigo;
Ser como yo,
que maldigo
Por puta y
diabla esa ley
Que tanto se
lleva al rey
Como se lleva
al mendigo.
No se dispara
el que corre,
Ni se juye el
que se esconde;
Pues la Paica
sabe dónde
Te encuentra
aunque vos te borres.
Al Loco, que
vivió en Forres
Pleno monte
de Santiago,
La “Tomuer”
buscó en el pago
La echarlo
bajo el percal..
Y lo halló en
la capital
Y se lo bebió
en dos tragos.
El Loco dio
muchas vueltas
A lo largo de
su vida
Y nunca halló
una guarida
Ni tuvo
“vidas resueltas”.
Vió mil
figuras esbeltas
Presumir de
sus culturas
Pero prefirió
la dura
Caravana del
Beduino
Y vivió por
los caminos
Una vida a la
ventura.
La Naifa de
la guadaña
Al fin lo
encontró en la cima
Y chaireando
con la lima
El filo sobre
la caña..
Le gritó:
-¡Ya tus hazañas
Van a
terminar sotreta!-
Jorgito
intentó gambetas
Pero la flaca
es astuta,
Y lo engrampó
la muy puta
En la vieja
Recoleta.
Allí el Loco
es muy capaz
De llevar
marchita y bombo
Es de los que
arman quilombo
Y no
descansan en paz.
“Loco..”
vivo. Y muerto más
(pensarte
muerto es muy raro)
Nos está
saliendo caro
Despedirte en
estas coplas
Porque con tu
ausencia sopla
El viento del
desamparo.
Hay quién
dice con orgullo
-lo dice este
payador-
Fui con Jorge
Nicanor
Uno más entre
los suyos.
Armamos algún
barullo
Pateamos
algunas puertas
Y cruzamos
las desiertas
Llanuras de
la esperanza,
Loco, con tu
vida alcanza
Pa dejar la
muerte.. muerta.
Pablo Solo
Díaz, 2007
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