PAVITA DE
LATA
Pavita vieja
de lata
Tapa atada
con cadena,
Te encontré,
de olvido llena
De un vagón
en la culata.
Tu abolladura
relata
De un largo
rodar las mentas,
Tiempo viejo
que se ausenta
Cuando
lucistes oronda
En el fogón
de las rondas
De las tropas
del ochenta.
Hoy te puse
junto al fuego
Y al ver el
agua que hervía
Me pareció
que reías
Suspendiendo
tu sosiego.
Me puse a
matiar y luego
Vinieron a mi
memoria
Un puñadito
de historias
De muchos
años atrás,
Cuando el
campo era una mar
Del Gualicho
a La Victoria.
Pavita ande
el agua canta
Cuando la
llama la entibia
Pal mate
gaucho que alivia
Penas de
pecho y garganta.
Aquella
semana santa
Tan lluviosa
se presenta
La creciente
avanza lenta
Y nunca hizo
tanto daño
El agua como
en el año
Mil noviecientos
ochenta.
Fueron del
fogón la rueda
Con el agüita
hasta el borde
Los Cordomí,
los Laborde
Y alguno más
se me queda.
Josecito que
una seda
Tendría sus
yeguas tordillas
Y cuando ni
una gramilla
Quedaba fuera
del barro,
A la culata
iba el carro
Y punteando
las tropillas.
De capataz
iba Quique,
Lalo,
Palacho, Manolo,
Aquellos
gauchos que solo
Le pusieron
pecho al pique.
Dejá nomás
que critique
El que no
sabe de entonces
No existe
placa ni bronce
Pa un coraje
tan grandote
De encarar,
si bote a bote
Trae el agua
el canal 11.
Hacienda de
Peñaflor,
Tiempo y
lucha sin derroche,
Más de cien
en una noche
Se murieron
si señor.
Y Quique,
como un doctor
Cuyo título
es la huella,
Con su
sonrisa sin mella
A una patrona
altanero
Le regaló
asau con cuero
De una vaca
que era de ella.
A uno que no
está, lo guardo
Con un afecto
notorio,
Yo jamás le
dije Honorio
Solo a veces
“Abelardo”
Fue como la
flor de cardo
Semilla de
campo abierto
Parece
mentira, es cierto
Que muchos
piensan igual
Miro el cielo
del canal
Y pa mi el
Negro no ha muerto.
Gente simple
del camino,
Hechos al
tranco mansón
Dende el alba
a la oración
Por los
campos argentinos.
La vida con
su destino
A toditos nos
espera
Al rancho pa
ser tapera,
Al hombre la
muerte amarga
Toda calle
con ser larga
Termina en
una tranquera.
Y la pava
fogonera
Que me cebó
estos recuerdos
Supo de los
trancos lerdos
Prendida de
la encimera.
También la
muerte me espera
En alguna
curva cruenta
Puede ser que
la consienta
Pa aceptarle
ese barato,
Pero antes...
te hice un relato
Mil
novecientos ochenta.
Pablo Solo
Díaz, 2000.
Grabado en el disco "Ande el Agua Canta", con música de Juan Carlos Maddio.
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