jueves, 30 de noviembre de 2017

ELOGIO DE LA VAGANCIA





ELOGIO DE LA VAGANCIA

El de "VAGO" es un concepto
que inventó una monarquía
para el que no le servía
como esclavo o como adepto.
Nunca adherí a ese concepto
y como vago... soy vago,
cruzo las huellas, indago
en su misterio profundo,
orgullo de vagabundo
a los reyes no los trago.

Suelo hacer un sacerdocio
de mi camino andariego,
siempre parto, siempre llego
dar versos es mi negocio.
Los cosecho en ratos de ocio
los siembra el pueblo sencillo
y le mezquino al caudillo
que sabe enojarse ¡y cómo!
cuando no le doy el lomo
para engordar su bolsillo

Soy payador vagabundo
y eso no es un desprestigio,
al contrario, mi litigio
es con quién explota el mundo.
con mi trabajo fecundo
vago... ansioso de distancia
voy perdiendo mi ignorancia
con lo que la gente sabe
y de ese cofre la llave
tiene por nombre "vagancia".

Pablo Solo Díaz, 2013

VOCES DEL CAMPO



VOCES DEL CAMPO

A veces callada y ronca
Tienen los campos sus voces
Y cuanto se desconoce
De su silencio y su bronca.

Tierna la voz del mensual
Niño aún o jubilado
Mira contento y callado
Lo poco de su jornal.

Habla hacia adentro el puestero
Conocedor de derrotas,
De rastra bombacha y botas
No deja de ser obrero.

La mujer contar anhela
De su trabajo sin tregua
Y los chicos de las leguas
Que galopean a la escuela.

Voz amarga el chacarero
Que después de echar el resto
Comido por los impuestos
Abandonó los potreros.

Es grito en el ferroviario
Y se comprende también,
Porque ha sido y es el tren
En el campo necesario.

Es murmullo en la vigilia
Del rancho que mira mudo
Como viven los peludos
Donde vivió la familia.

Voz áspera el mayordomo
Que calla y vive en el medio
Si saber hallar remedio
Para aquel que agacha el lomo.

Como hay otra que no muere
Y empareja la balanza,
Y es la voz de la esperanza
De la gente que te quiere.

No tienen voz ni los perros
En los campos de Las Flores
Si los compran inversores
Simpáticos testaferros.

Candado que cierra y odia,
Silencio, abandono y muerte
Con llaves en cajas fuertes
Que Buenos Aires custodia.

Discursos que se dirigen
Con muy buenas intenciones
Y olvidan los cañadones
Que fueron del aborigen.

Un vozarrón sin sosiego
Tozudo y perseverante,
Cuenta historias de inmigrantes
De Tanos y de Gallegos.

El campo lucha y conversa
Con sus locos y borrachos
Y con los pocos muchachos
Que ha vivir en él se esfuerzan.

El campo conversa y lucha
En parajes del olvido
Y su voz tiene un sonido
Que casi nadie lo escucha.



     Pablo Solo Díaz, 
     Las Flores, 31 de marzo de 1992.




miércoles, 29 de noviembre de 2017

PONCHO DE MARGÓT LOYOLA







PONCHO DE MARGOT LOYOLA

Me lo regaló una noche
De payas con un amigo
Y se convirtió en abrigo
De mi andar de troche y moche.
En generoso derroche
Cuando la tristeza asola
El optimismo enarbola
En misteriosa canción
Me acaricia el corazón
Poncho de Margot Loyola.

Bálsamo contra la ausencia
Andariego en lejanías
Cuando con mis correrías
Me alejo de la querencia.
El me trae reminiscencias
De un tiempo que ya pasó,
Entonces siento que yo
Al subir a un escenario
No subo tan solitario
Con el poncho de Margót.

Y lo siente la guitarra
Que se despeja de dudas
Él le cuenta de Neruda
De Gabriela y de los Parra.
De la Violeta le narra
Hondos secretos que cuida
Contrapuntos y tenidas
También le cuenta  mi voz
Y así aprendemos los dos
A dar gracias a la vida.

Lana cruda, noble, entera
Del lejano Chiloé
Sumó a su trama la fe
Del mar y la cordillera.
Allí vio la luz primera
La sencillez de su gente
Que luego en otros ambientes
La refleja en su textura
Espejo de una cultura
Del sur de mi continente.

Por eso te quiero tanto
Poncho de Margót Loyola
Junto a la herencia española
Y criolla de nuestro canto.
Porque supiste del llanto
Del dolor y de la pena
De la tonada Chilena
De la milonga Argentina
Del pulso con que camina
La sangre de nuestras venas.

Cuando por fin mi existencia
Sujete su tranco lerdo
El poncho será un recuerdo
De pasadas experiencias.
Y este verso la sentencia
Del hombre caminador,
Que superando el pudor
Con que a veces sobrevive
Recita, improvisa, escribe
Con alma de payador.



Pablo Solo Díaz, Junio 1995.



Las fotografías pertenecen a la giras de "La Paya del Cono Sur", principios de la década del 90, entre los payadores Pedro Yañez y Eduardo Peralta de Chile, José Silvio Curbelo del Uruguay y Pablo Solo Díaz de la Argentina. 


lunes, 27 de noviembre de 2017

LAS JOYAS DE MI PIECITA



LAS JOYAS DE MI PIECITA

Yo tengo un lote de guascas
Regaladas casi todas
Porque mis amigos saben
Que a mi me gustan las sogas.

Cuatro lazos parejitos
Desde la yapa a la argolla.
Uno regalo de un Pampa
De la vieja Patagonia,
Dos que traje de Santiago,
Es muy lacera esa zona,
Uno de trenza cuadrada
Otro de trenza redonda.

El lujo es uno torcido,
Parejo de hechura y forma;
Me lo regaló Manolo
Un puestero de “La Choza”
Que después se vino al pueblo
Con los hijos y Ramona.

A mi tío Valentín
Le saqué unas boleadoras
Que duermen en mi encimera
Y que se desatan solas.

Un cencerro “Ciervo 12”
Donde pone: “La Milonga...
Otoño ‘el 89”
Regalo de la patrona.
Ledesma, Yacoy, Renero
Me dieron algunas otras,
Paco, unos estribos grandes
De suela, bien a la moda,
Rafael una encimera
Parejita, fuerte y corta.
Un par de estribos de fierro
Jorge, que tienen su historia
Y los mellizos Porcela
Le sacaron una copia.

Unos bastos de carpincho
Blanditos como una esponja
Le cambié a mi hermano Ignacio
Y los uso si me toca
Ensillar en una fiesta
Donde cuadreras se corran.

Ramírez me dio un llavero
Con una trenza preciosa.
Pa prender un reservado
Chiquito Renero... tioca
Supo hacerme una sidera
Que le está sobrando argolla...
Pa llevar un potro arisco
Hasta el palenque en la doma.

Hay gente muy del oficio
En mi pago y en la zona,
Tapia, Suarez o Betiol
Desde La Porteña a Colman.

Unos trabajan en fino
Como bordando con lonjas
Y los otros para el pique
Vuelven de acero las sogas.

Si se quiebra una potranca
Enseguida la despostan
Y al poco tiempo hay que ver
Son como un guante las botas
Que de modo diferente
Cada guaquero las soba.

Trabajos en donde el tiempo
Nunca la paciencia agota.
Dónde el humo del cigarro
Y la grasa nunca sobra...
Mas que un oficio, es un arte
En esta Argentina Criolla,
Por eso es que quiero tanto
A mis pilchas, se me antoja,
Que mi piecita es un cofre
Donde se guardan... mis joyas.


     Pablo Solo Díaz
     Boerr, 1992.




domingo, 26 de noviembre de 2017

EL YUYO BORRÓ EL CAMINO


EL YUYO BORRÓ EL CAMINO

Quieta y muda la llanura
Sembrada está de taperas.
Los pájaros y el silencio
Acompañan su tristeza.

El yuyo borró el camino
Hay candado en las tranqueras
Que ayer como corazones
Permanecieron abiertas.

Un pasado de familias
Dejó un vacío de penas
De tanto en tanto cae gente
Tan solo en busca de leña.

Las paredes de los ranchos
Reclaman lejanas puertas
Que abrigaron los inviernos
De las heladas mas cruentas.

 Y las risas infantiles
Se extrañan en las escuelas
Blancos mojones que lloran
Con guardapolvos de ausencia.

Que soledad en mi pampa
Que acunó tanta tibieza.
¿Porque se fueron tus hombres
A hacinarse en la miseria?

Que alguien ponga generosas
Semillas en manos buenas
Y que se pinten de rojo
Los techos de las taperas.

Porque aún la tierra es madre
Que se desangra y que espera
Ver retornar a sus hijos
Para volverse mas bella.

Para agradecer en partos
De trigos y de terneras
Con sus mujeres y niños
Y con sus hombres de vuelta.

Pablo Solo Díaz, 1989

(música de Juan Carlos Maddío)



Soja, tinta y acuarela de Pablo Solo Díaz. 

sábado, 25 de noviembre de 2017

500 AÑOS -ELOGIO AL MESTIZO-


500 AÑOS  -Elogio al mestizo-

Es octubre, el doce
El día que llegamos.
Los recibimos salvajes plenos de abundancia,
El maíz, la papa, la yerba y el tabaco.
Pumas y ñanduces,
Llamas y guanacos.
Pampa inmensa, río y cordillera,
La selva y el monte impenetrable.

Bajamos de los barcos
La vaca y el caballo,
La cruz y la espada
Un canto y un cuento
Y una maravilla
¡La Guitarra!

Nacieron nuestros hijos bautizados en sangre.
Acarreamos el oro y la plata,
Nos fuimos... y volvimos.
En ese ir y venir
Acá estamos.

Nacidos de a caballo
Nosotros los criollos
Antes que se inventase la palabra
Ya éramos “gauchos”...
Los muertos de todas las batallas
Los braceros de todas las chacras.

Hijos del conquistador
  –bastardos de la conquista-
Hijos del cacique y la cautiva
  –capitanejos de alto rango-

Enfrenta Martín Fierro un payador moreno,
Hijo de negras madres del candombe y del tango.
Nos trajeron del África sin pedirnos permiso
Y dejamos un nieto llamado “GABINO”.

Llegamos tamberos toditos los Vascos,
Almacén Gallego
Chacarero Tano.
Ingleses curtidos de riel y de mando.
Gringas cocoliches y Rusas blancas.
Galesas y Turcas
Nosotras también y en eso estamos.

Las haciendas bravas
Se amansaron al paso
De alfalfas ganadas a las pajas.
La codicia alambró los campos
Donde corrimos bagualadas cimarronas
En ese andar mestizamos los idiomas
Y nos matamos alegremente
En montoneras
Sin victorias.

Nosotros los Porteños,
Riojanos con el Chacho a la cabeza,
Nosotros con Sarmiento,
Nosotros con Quiroga.
Con Güemes y Artigas,
San Martín y Belgrano,
Unitarios, Federales,
Degollándonos,
Nosotros.

Coloridos uniformes de campaña
Y un “yes míster” que acapara
La tierra interminable de la estancia.
Rinconadas de Mapuches
Silencios cordillera arriba.

El alambre cercó
Al último bagual
Y al primer peón.

Cerrados los campos
Inventamos la calle.
De correr vacas nuestras
A reseros de ajenas.
Cerrando las tranqueras del lado de afuera
Nosotros.
Siempre nosotros.

Nació el descontento.
Patrones de fábricas
Salario familiar
Cada tanto un domingo
Jubilados con lo puesto.

Nos matamos vanamente.
Anarcos sedientos
De justicia y venganza.
Torturando milicos
De mate, cigarro y cerveza en el boliche.
Todos contra todos.
Todos intentando sostener el régimen
Conservadoramente hablando.

Un día decidimos que todos éramos todos.
Y Nosotros, Nosotros.
Ganamos el cerco y los canteros,
Cruzamos las avenidas repletas de floripondios
Y metimos las patas en la fuente
Y saltamos a los gritos en la plaza.

Alrededor todo era silencio.

Al balcón salió de pollera el coraje.
Las paredes del centro vivaron el cáncer.

¿Qué mentira y que castigo se alzó en las armas
Cuándo dijimos basta y empezamos con la muerte?

Otra vez esa vieja conocida
Y nos volvimos a achurar alegremente.

Todos contra todos pero siempre nosotros.

Nosotros los Negros, los Indios, los Vascos
Gallegos y Tanos
Ingleses y Turcos.
Mapuches, Patagones y Matacos.
Rusos y Moishes,
Bolitas y Paraguas,
Chatos y Yoruguas,
Nosotros los Criollos,
Los gauchos,
Los malos.
Nosotras y
Nosotros
Un día utópico
Amaneceremos
Cansados.

Cansados de ser
Siempre al desamparo
Los malos
Todos contra todos.

(En ese sueño
Todavía
No parece
Que estemos.)




      Pablo Solo Díaz
      Santiago del Estero, 22 de Octubre de 1990.
     


A la memoria de Bepo Ghezzi y Sengo Ballarades.

AL DEL MONO AL HOMBRO "Los Crotos"

AL DEL MONO AL HOMBRO “Los Crotos” ¿Quién recuerda las quimeras De aquellos hombres ignotos Conocidos como “Crotos” ...