500 AÑOS -Elogio al mestizo-
Es octubre,
el doce
El día que
llegamos.
Los recibimos
salvajes plenos de abundancia,
El maíz, la
papa, la yerba y el tabaco.
Pumas y
ñanduces,
Llamas y
guanacos.
Pampa
inmensa, río y cordillera,
La selva y el
monte impenetrable.
Bajamos de
los barcos
La vaca y el
caballo,
La cruz y la
espada
Un canto y un
cuento
Y una
maravilla
¡La Guitarra!
Nacieron nuestros
hijos bautizados en sangre.
Acarreamos el
oro y la plata,
Nos fuimos...
y volvimos.
En ese ir y
venir
Acá estamos.
Nacidos de a
caballo
Nosotros los
criollos
Antes que se
inventase la palabra
Ya éramos “gauchos”...
Los muertos
de todas las batallas
Los braceros
de todas las chacras.
Hijos del
conquistador
–bastardos
de la conquista-
Hijos del
cacique y la cautiva
–capitanejos de alto rango-
Enfrenta
Martín Fierro un payador moreno,
Hijo de
negras madres del candombe y del tango.
Nos trajeron
del África sin pedirnos permiso
Y dejamos un
nieto llamado “GABINO”.
Llegamos
tamberos toditos los Vascos,
Almacén Gallego
Chacarero Tano.
Ingleses
curtidos de riel y de mando.
Gringas
cocoliches y Rusas blancas.
Galesas y
Turcas
Nosotras también
y en eso estamos.
Las haciendas
bravas
Se amansaron
al paso
De alfalfas
ganadas a las pajas.
La codicia
alambró los campos
Donde corrimos
bagualadas cimarronas
En ese andar
mestizamos los idiomas
Y nos matamos
alegremente
En montoneras
Sin victorias.
Nosotros los
Porteños,
Riojanos con
el Chacho a la cabeza,
Nosotros con
Sarmiento,
Nosotros con
Quiroga.
Con Güemes y
Artigas,
San Martín y
Belgrano,
Unitarios,
Federales,
Degollándonos,
Nosotros.
Coloridos
uniformes de campaña
Y un “yes
míster” que acapara
La tierra
interminable de la estancia.
Rinconadas de
Mapuches
Silencios cordillera
arriba.
El alambre
cercó
Al último
bagual
Y al primer
peón.
Cerrados los
campos
Inventamos la
calle.
De correr
vacas nuestras
A reseros de
ajenas.
Cerrando las
tranqueras del lado de afuera
Nosotros.
Siempre
nosotros.
Nació el
descontento.
Patrones de
fábricas
Salario familiar
Cada tanto un
domingo
Jubilados con
lo puesto.
Nos matamos
vanamente.
Anarcos
sedientos
De justicia y
venganza.
Torturando
milicos
De mate,
cigarro y cerveza en el boliche.
Todos contra
todos.
Todos intentando
sostener el régimen
Conservadoramente
hablando.
Un día decidimos
que todos éramos todos.
Y Nosotros,
Nosotros.
Ganamos el
cerco y los canteros,
Cruzamos las
avenidas repletas de floripondios
Y metimos las
patas en la fuente
Y saltamos a
los gritos en la plaza.
Alrededor
todo era silencio.
Al balcón
salió de pollera el coraje.
Las paredes
del centro vivaron el cáncer.
¿Qué mentira
y que castigo se alzó en las armas
Cuándo
dijimos basta y empezamos con la muerte?
Otra vez esa
vieja conocida
Y nos
volvimos a achurar alegremente.
Todos contra
todos pero siempre nosotros.
Nosotros los
Negros, los Indios, los Vascos
Gallegos y
Tanos
Ingleses y
Turcos.
Mapuches,
Patagones y Matacos.
Rusos y
Moishes,
Bolitas y
Paraguas,
Chatos y
Yoruguas,
Nosotros los
Criollos,
Los gauchos,
Los malos.
Nosotras y
Nosotros
Un día
utópico
Amaneceremos
Cansados.
Cansados de
ser
Siempre al
desamparo
Los malos
Todos contra
todos.
(En ese sueño
Todavía
No parece
Que estemos.)
Pablo Solo Díaz
Santiago del Estero, 22 de Octubre de
1990.